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Brasileños buscan frenar a Bolsonaro antes de elecciones

August 12, 2022 GMT
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Un hombre sostiene un cartel que dice en portugués "Fuera Bolsonaro. Otro Brasil es posible" antes de la lectura de dos manifiestos que defienden las instituciones democráticas de la nación, en la Universidad de Sao Paulo, el jueves 11 de agosto de 2022. (Foto AP/André Penner)
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Un hombre sostiene un cartel que dice en portugués "Fuera Bolsonaro. Otro Brasil es posible" antes de la lectura de dos manifiestos que defienden las instituciones democráticas de la nación, en la Universidad de Sao Paulo, el jueves 11 de agosto de 2022. (Foto AP/André Penner)

SAO PAULO (AP) — Miles de brasileños acudieron el jueves a una facultad de derecho en defensa de las instituciones democráticas del país, un evento similar a las protestas de hace casi 45 años, cuando los ciudadanos se reunieron en el mismo lugar para condenar la brutal dictadura militar.

En 1977, las multitudes llegaron a la Facultad de Derecho de la Universidad de Sao Paulo para escuchar una lectura de “Una Carta a los Brasileños”, un manifiesto que exigía el regreso al estado de derecho. El jueves, escucharon declaraciones en defensa de la democracia y los sistemas electorales del país, a los que el presidente Jair Bolsonaro ha atacado repetidamente mientras busca ser reelegido.

Aunque los manifiestos actuales no nombran en específico al mandatario, dejan al descubierto la generalizada preocupación del país de que el gobernante derechista pueda seguir los pasos del expresidente estadounidense Donald Trump y rechazar los resultados electorales que le sean desfavorables en un intento de aferrarse al poder.

“Estamos en peligro de un golpe de Estado, por lo que la sociedad civil debe levantarse y luchar contra eso para garantizar la democracia”, dijo a The Associated Press José Carlos Dias, un exministro de Justicia que ayudó a redactar la carta de 1977 y los dos documentos que se leyeron el jueves.

En Sao Paulo, los conductores atrapados en el tráfico en una de las principales vías de acceso a la facultad de derecho aplaudieron y tocaron la bocina mientras los estudiantes marchaban y coreaban consignas a favor de la democracia. Una enorme máquina de votación electrónica inflable junto a la entrada principal del edificio decía con mayúsculas “Respete el voto”.

En el interior, cientos de invitados se reunieron en el foro central de la universidad para escuchar discursos, mientras que otros se quedaron afuera mirando en grandes pantallas planas.

El primero de los nuevos textos, elaborado por los alumnos de la Facultad de Derecho, ha recabado casi un millón de firmas desde su presentación online el 26 de julio. Entre los firmantes hay músicos como Caetano Veloso y Anitta, y banqueros, ejecutivos y candidatos presidenciales. El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, que lidera las encuestas para las elecciones de octubre, es uno de ellos.

La segunda misiva, publicada en periódicos el viernes pasado, cuenta con el apoyo de cientos de compañías bancarias, petroleras, constructoras y de transporte, sectores que por lo general se han abstenido de presentar posturas públicas, dijo Carlos Melo, profesor de ciencias políticas en la Universidad Insper de Sao Paulo. Parece que hicieron una excepción en esta ocasión, considerando el miedo de que cualquier trastorno a la democracia pueda perjudicar sus negocios, añadió.

“La democracia es importante para la economía”, declaró.

El compromiso de Bolsonaro con la democracia ha estado bajo escrutinio desde su llegada a la presidencia, en gran medida porque el excapitán del ejército ha glorificado de forma insistente las dos décadas de la dictadura que terminó en 1985. A principios de año, se reunió con el líder autocrático de Hungría, Viktor Orban, y con el ruso Vladimir Putin.

El presidente únicamente habló del evento la noche del jueves, señalando que se organizó para apoyar a la campaña de Lula. También criticó al Partido de los Trabajadores por respaldar a regímenes autoritarios de izquierda en Cuba y Venezuela.

Desde hace más de un año, en acciones muy similares a las de Trump, Bolsonaro ha afirmado que las máquinas de votación electrónica son propensas al fraude, aunque — al igual que Trump — nunca ha presentado evidencia alguna. En un momento dado, amenazó con suspender los comicios si el Congreso no aprobaba una norma para introducir recibos impresos de los votos. El proyecto de ley no salió adelante.

Bolsonaro también comenzó a expresar su deseo de que las fuerzas armadas tuvieran una mayor participación en la supervisión de las elecciones. La semana pasada, oficiales del ejército visitaron la sede de la autoridad electoral para inspeccionar el código fuente de las máquinas. Bolsonaro ha denunciado que algunos de los altos cargos de la institución trabajan en su contra.

En la facultad de leyes, Carlos Silveira llevaba una pancarta con la leyenda: “El ejército no cuenta los votos”.

“Estamos aquí porque es más riesgoso no hacer nada”, dijo Silveira, de 43 años. “Bolsonaro ha insinuado un gran acto antidemocrático antes de las elecciones, y el ejército ha permanecido a su lado, aparentemente. Queremos enseñarle que somos la mayoría y que nuestra lucha por la democracia saldrá victoriosa”.

Cuando presentó su campaña, Bolsonaro pidió a sus seguidores que inundaran las calles para celebrar el Día de la Independencia, el 7 de septiembre. El año pasado, en esa fecha, decenas de miles de personas acudieron a su llamado de que sólo Dios puede apartarlo del poder. Ese mismo día declaró que ya no cumpliría con los dictámenes de un juez del Supremo Tribunal Federal, amenazando con sumir a la nación en una crisis institucional. Más tarde se retractó, alegando que sus declaraciones fueron al calor del momento.

La retórica de Bolsonaro llega a su base, pero lo enajena cada vez más en el plano político, dijo Melo.

Desde el año pasado, la autoridad electoral ha sido proactiva a la hora de contrarrestar las críticas al sistema de votación. Sus principales responsables, que son también jueces del Supremo Tribunal, han realizado repetidas declaraciones en su defensa. Detrás de escena, han estado trabajando tiempo extra para reclutar aliados en el poder legislativo y en el sector privado, aunque muchos no han hecho eco de su posicionamiento en público.

Un punto de inflexión se produjo el mes pasado, cuando Bolsonaro convocó a embajadores extranjeros al palacio presidencial para hablarles sobre las supuestas vulnerabilidades del sistema de voto electrónico. Desde entonces, tanto los líderes del Congreso como el fiscal general, todos ellos considerados aliados del presidente, han expresado su confianza en la fiabilidad del sistema.

Estados Unidos también se pronunció. El Departamento de Estado emitió una declaración al día siguiente de la reunión de los embajadores que indicó que el sistema electoral brasileño y sus instituciones democráticas son un “modelo para el mundo”. Además, en una conferencia regional de ministros de Defensa celebrada en julio en la capital, Brasilia, el ministro estadounidense, Lloyd Austin, apuntó que los militares deben llevar a cabo sus misiones con responsabilidad, especialmente durante las elecciones.

Las cartas, que en cualquier otro momento habrían sido un ejercicio exclusivamente académico, han tocado una fibra sensible en la sociedad. En los últimos días, las televisoras han emitido videos de artistas leyendo el compromiso prodemocrático, y se están convocando marchas en 22 ciudades de todo el país.

Uno de los invitados a hablar fue Arminio Fraga, un destacado administrador de activos y exjefe del banco central durante un gobierno previo de centro-derecha.

“Estoy aquí hoy... con un grupo tan diverso que a veces luchó en lados opuestos, haciendo todo lo posible ahora para preservar lo que es sagrado para todos nosotros. Esa es nuestra democracia”, dijo Fraga, un crítico abierto de Bolsonaro.

Bolsonaro, por su parte, ha minimizado las preocupaciones y desestimado los manifiestos, tachándolos de “cartitas”, e insistiendo en que respeta la Constitución. El jueves, en una mofa pública a la protesta en la facultad de derecho, tuiteó: “Hoy se llevó a cabo un acto muy importante... Petrobras redujo, nuevamente, el precio del diésel”.

Más tarde añadió en Twitter: “Brasil ya tiene su carta para la democracia; la Constitución. Esa es la única carta que importa para garantizar el estado de derecho democrático, pero fue precisamente la que atacaron aquellos que promueven un texto paralelo que, para fines legales, vale menos que el papel higiénico”.

Aun así, la preocupación por la retórica del mandatario se ha extendido incluso entre algunos aliados y ha socavado sus esfuerzos para mantener la paz entre el gobierno y otras instituciones, dijeron a la AP dos ministros del gobierno que hablaron bajo condición de anonimato porque no estaban autorizados a discutir el asunto públicamente.

El partido de Bolsonaro se ha distanciado de las afirmaciones de que las elecciones podrían estar comprometidas. El líder de la formación le aseguró al presidente de la corte electoral que confía en el sistema de votación, indicó Augusto Rosa, vicepresidente del partido, a la AP.

En cualquier caso, será una ardua batalla para Bolsonaro. Más de la mitad de los encuestados por la empresa Datafolha dijeron que no votarán por él bajo ninguna circunstancia, aunque el apoyo ha subido recientemente debido a la caída del desempleo, la reducción del precio de la gasolina y el aumento del gasto en bienestar social. Algunos analistas señalaron que prevén que la ventaja de Lula se reduzca a medida que se acerca la elección, dado que los gobernantes en el poder tienden a beneficiarse de la maquinaria estatal. Una contienda apretada haría que fueran más relevantes las promesas preelectorales de respetar los resultados de los comicios.

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Álvares informó desde Brasilia y Jeantet desde Río de Janeiro.